Una vez definida la didáctica y
habiendo tenido un mayor contacto con ella, pasaremos a definir y establecer
diferencias entre los distintos paradigmas y posteriormente los modelos
educativos.
Podemos encontrar estos modelos en la lectura de los paradigmas y son
unívocos y isomórficos, esto es, que tienen la misma naturaleza y estructura.
Respecto a los
paradigmas, distinguimos entre cuantitativo, cualitativo y mixto.
El paradigma
cuantitativo, también denominado positivista o tecnológico. pretende
cuantificar los procesos y resultados de la enseñanza-aprendizaje mantuvo
una posición hegemónica entre el S XX y los años 80. El paradigma cuantitativo
se impuso como método científico en las ciencias y más tarde esto se extrapoló
a la educación.y arrancó entre finales del S XIX y XX
Podemos decir
que este paradigma presta más atención a las semejanzas que a las diferencias,
tratando así de explicar y analizar las causas de los fenómenos.
El paradigma
cualitativo surge como alternativa al previamente explicado porque el paradigma
cuantitativo tuvo diversos problemas a la hora de solucionar ciertos problemas.
Surgió así este nuevo planteamiento basado principalmente en la etnografía y la
antropología que empezó a manifestarse en los años 60 pero que experimentó su
momento de máxima importancia en los 80, extendiéndose por EEUU y Europa.
Podríamos
decir que este paradigma es más "comprensivo", es decir, más
subjetivo, da importancia a la comprensión de situaciones desde las
perspectivas de cada participante según en qué situación. El paradigma
cualitativo no busca tanto la explicación, sino la comprensión, estudiando una
situación concreta profundamente y profundizando en las diversas causas de los
hechos.
Por último hablaremos del paradigma mixto,
paradigma en el que se aúnan características del cuantitativo y el cualitativo
y en el que todos aprenden de todos.
Una vez enumerados y explicados los tres
paradigmas, pasaremos a hablar de los cinco modelos de enseñanza-aprendizaje.
Modelo academicista: Este modelo es un modelo
estricto característico de la educación tradicional en el que la base del
currículum son sin duda los contenidos. En este modelo el profesor es el que
está en posesión del conocimiento y se limita a transmitirlo a los alumnos, que
son grupos homogéneos. La metodología consiste en clases magistrales, y los
recursos didácticos son los conocimientos del docente y su autoridad. Se evalúa
mediante la memorización, reproduciendo los contenidos impartidos por el
docente.
El modelo conductista tiene
como base los objetivos, que se consiguen mediante los contenidos; se ha de
conseguir modificar las conductas, es decir, lo que importa es el "saber
hacer". De mismo modo que en el academicista, los grupos son homogéneos y
con las mismas necesidades. Este modelo, que tiene como formador a un modelo de
referencia, presta mucha importancia al aprendizaje, a través de
respuestas-estímulos que afectan a la conducta. Se potencia el desarrollo de
los aprendizajes individuales, empleándose refuerzos para conseguir la
respuesta que se pretende conseguir. Los recursos empleados son tecnológicos,
aunque en este modelo también goza de gran importancia la motivación. La
evaluación consiste en saber poner en práctica el "saber hacer", en
llevar a cabo una recreación de las conductas.
Modelo humanista: En este modelo es muy
importante la comunicación entre el educador y el educado. En este modelo, a
diferencia de los anteriormente explicados, se tiene en cuenta las
características de cada persona, es decir, se trata a los individuos de un modo
personal, individual. Se pretende desarrollar cualidades y características
personales, que se concretan en valores y actitudes. Los contenidos son los
instrumentos para desarrollar actitudes y valores que poseen un carácter
informal Las metodologías empleadas son dinámicas de grupo y estrategias de
relaciones afectivas que tienen como fin elevar la autoestima y el
auto-concepto. Los recursos son sencillos, como por ejempo un mural, que sirven
para desarrollar itinerarios formativos preparados por los formadores, que son
animadores personales y dinamizadores del aprendizaje. En la evaluación se
pretende conseguir la participación y realización de trabajos en grupo para
conseguir la responsabilidad y autoevaluación, de modo que es una evaluación
subjetiva.
Modelo
cognitivista: la base de este modelo es el desarrollo de procesos mentales y la
toma de decisiones por parte de los participantes, de modo que el docente
enseña algo y los discentes son los encargados de generar el nivel de procesamiento.
En este modelo la clave es “saber transferir”, es decir, el docente tiene la
voluntad de enseñar y el discente de aprender, consiguiendo así llevar a la
práctica lo aprendido en cualquier contexto. El grupo destinatario, es un grupo homogéneo que
debe estar en el mismo nivel de desarrollo. El objetivo de este modelo es
desarrollar los procesos mentales (recoger información, priorizarla), adoptar
el conocimiento adquirido a contextos diferentes, es decir, “saber transferir”.
El contenido es in instrumento para el desarrollo de procesos mentales, en el
que tiene especial importancia la estructuración, el análisis y la solución de
los problemas. Ha de realizarse todo con los mismos medios. En cuanto a la
metodología cabe destacar que es un aprendizaje significativo en el que se pasa
de lo simple a lo complejo, es decir, de lo fácil a lo difícil, consiguiéndose
así el dominio del contenido. Los
recursos son las competencias del formador apoyado por recursos didácticos
tecnológicos. La evaluación consiste en
poner en práctica lo aprendido en cualquier contexto y en la definición de
estrategias de solución al problema. El formador es un especialista en el tema
que conoce los principios y teorías del aprendizaje y que ayuda a procesar la
información y a resolver determinados problemas.
Para terminar,
hablaremos del modelo sociocrítico, que surge de la necesidad que tenía España
a comienzos de la democracia de transformar el país y que se caracteriza por la
comunicación multidireccional. Es sin duda un modelo subjetivo que fomenta la
libertad de pensamiento y que se posiciona ideológicamente en el cambio, en la
transformación social y en el compromiso, en el que el eje del currículum son
los grupos destinatarios, formados por grupos sociales y culturales con
necesidades formativas y de emancipación y participación en su entorno. Los
objetivos son la transferencia e impacto al contexto social en el que se da y
la metodología es grupal, usándose técnicas de análisis situacional, resolución
de problemas y transferencia de resultados. Los recursos son documentales,
casos, gráficos, presentación de análisis,etc.
La evaluación consiste en la búsqueda grupal de alternativas de
intervención y el formador es un animador socio-político con capacidad de
detectar necesidades.
Como se ha
visto, a lo largo de la historia han ido surgiendo diverso modelos educativos,
cada uno de ellos con sus aportaciones y limitaciones. Opino que no hay que
cerrarse en un modelo, que dependiendo de las personas, las situaciones, las
necesidades, etc. Conviene elegir un modelo u otro. Aunque sí es cierto que veo
bastantes inconvenientes en el modelo academicista, porque se limita a la
transmisión de información desde el docente hacia los discentes, sin tener en
cuenta sus particularidades provocando
la absorción de los conceptos de forma pasiva y acrítica, es decir, sin
cuestionarse nada por parte de los discentes.
Tras explicar
los diversos modelos nos podemos plantear que cuál es el modelo que utiliza
Almudena en sus clases. Aunque creo que no hay una respuesta clara para esta
cuestión, lo que está claro es que no emplea el modelo academicista, y si
tuviera que decantarme por uno me decantaría por el modelo cognitivista, pues
ella intenta transmitirnos unos conocimientos que tenemos que poner en práctica
en cualquier contexto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario